martes, 29 de noviembre de 2011

ALGUIEN DESORDENA ESTAS ROSAS


Autor: Gabriel García Márquez.

Es la historia de un espíritu que desde mucho tiempo habita la casa donde vivió. Pasado veintes años de soledad se le presenta alguien conocido. Comienzan a convivir con ella. Él desde el más allá, y ella, en este mundo, sin presentir que está acompañada, se dedica a sembrar rosas para vender y adornar el altar de los santos.

jueves, 24 de noviembre de 2011

LA NOCHE DE LOS ALCARAVANES


Autor: Gabriel García Márquez.
Cuenta como tres hombres perdieron la vista en un bar de mala muerte. Enredados entre sus paredes buscan la salida mientras tanto escuchan la música cercana, sus olfatos perciben el olor a mujeres tristes y con olores agrios. Salen y aun están ahí enredados entre las paredes y puertas que se abren y se cierran. Caminan para todas partes, sin ninguna orientación precisa, llegan a un cuarto; se dan cuenta por el olor a ropa y a baúles viejos. Ahí, hallan a una mujer, la cual les informa que son los hombres que los alcaravanes les sacaron los ojos cuando uno de ellos se puso a imitarlos y dio una hora equivocada. También les informa que los periodistas han dicho la noticia; pero nadie les ha creído por ser, según la gente, una falsa información de los periódicos para aumentar las ventas y porque también nadie ha visto a los alcaravanes.
Todos saben donde viven, pero ellos no. Nadie quiere llevarlos a sus viviendas, porque dicen que todo es una mentira. En este mar de contrariedades siguen perdidos, llevan tres días en las mismas. Están en la calle, buscan a alguien o un olor conocidos. Sienten a los que pasan cerca a ellos, escuchan sus voces y ellos dicen:
“--Los alcaravanes nos sacaron los ojos”
Alguien les responde:
“--Estos tomaron en serio a los periódicos”
Nadie les cree, y las voces se van desapareciendo, y a ellos sólo les tocó quedarse ahí, esperando que les pegue los rayos del sol en la cara, quizás para hallar la claridad que necesitan.



martes, 22 de noviembre de 2011

AMARGURA PARA TRES SONAMBULOS

Autor: Gabriel García Márquez
Es otra triste historia, de esos infortunios de la vida, que se vive por compasión por los demás o porque nos sentimos obligados por los sentimientos que de una u otra manera nos unen al ser amado.
Narra cómo tres personas cuidan a una mujer que quedó paralitica después de haber caído del segundo piso. Ella sufría de sonambulismo, y en una de esas andanzas fuera de este mundo, metido en los vericuetos de los sueños, y cuando buscaba el cantar de los grillos en medios de las paredes halló que alguien le había quitado la pared en la cual se apoyaba, y cayó al vacío. Fue la explicación que dio cuando la encontraron, tirada en el patio, tiesa y con una sonrisa fría sepulcral que alguien se atrevió a decir que estaba muerta. Desde ese instante vivía metida en un submundo que nadie comprendía, sin embargo, quienes la cuidaban buscaban hallar una pisca de lo que era ella. La hallaron cuando era niña por tener los dedos metidos entre sus labios, y cuando un desgarrador grito los puso alerta en que aún ella era humana.
Ellos la imaginaron casada con un buen burgués o como concubina de un hombre puntual, pero sus actos rectos, llenos de pulcritud resultaron más dominantes antes los extravíos ilusorios de sus acompañantes, quienes buscaban más que todo un aliciente a sus preocupaciones que razonamientos lógicos de las desgracias ajenas.
Les dolía verla sumergida en aquel rincón donde iba perdiendo la noción del tiempo, les dolía su inexpresivo comportamiento porque jamás volvería a sonreír, les dolía verla en ese estado decrepito que muchas veces pecaron en desear su muerte, pero estaban dispuesto en seguir junto a ella, aguantando las amarguras que dejan el sufrimiento de los demás, y más cuando hacen parte de los nuestros.

lunes, 21 de noviembre de 2011

LA VIUDA DE MONTIEL



Autor:  Gabriel Garcia Márquez.
Cuenta la historia como una mujer depende totalmente de un hombre (José Montiel) quien durante seis años amasó una fortuna con el sacrificio de los demás, y en la hora de su muerte la  dejó tan desamparada y sumergida en un mar de tristeza hasta llegar a pensar que el mundo estaba mal hecho y que Dios no debió dejar de trabajar  el día domingo  para que fuera perfecto, y a Él le quedaba toda una eternidad para descansar.  Eran éstos  sus cavilaciones o pensamientos sembríos que la hacían  añorar su muerte porque ya nada era igual sin su esposo.
Montiel hombre aliado de las administraciones dictatoriales de aquellos tiempos, cuando se peleaba a muerte por cuestiones políticas, fraguó junto el alcalde de turno, el destierro de los ricos y los pobres los mandó  a fusilar con la policía en plaza pública, “mientras su esposa se compadecía de los muertos”. Sembró el terror y se apoderó  del comercio de la región.
 José Montiel murió en la hamaca a consecuencia de una rabieta,  quebrantando el deseo de muchos de verlo muerto  acribillado por las espaldas,  fruto de sus malas acciones. Su mujer pensó que en el sepelio estaría todo el pueblo y llegarían muchos  manojos de flores; pero  nadie vino a su funeral, excepto,  los copartidarios y congregaciones religiosas, y la única corona que recibió  fue la de la administración municipal.
La viuda no pudo superar su muerte y se encerró olvidándose de todo, mientras su capataz trataba de evitar el naufragio eminente de su emporio comercial. Nada pudo hacer. El pueblo se había librado de la amenaza, y cobraba justicia.  Entonces, los quesos guardados sirvieron de engorde de los gusanos y las reces quedaron a merced de los ladrones. Y ella, la viuda, no le quedaba más que esperar la muerte,  y meterse en los vericuetos de los sueños,  inventando diálogos con los del más allá.

LA SIESTA DEL MARTES

Autor: Gabriel García Márquez.
El cuento describe prodigiosamente como madre e hija se transportan en una locomotora en un vagón de tercera clase, a través de las plantaciones bananeras, y en donde existen una serie de pueblos llenos de tristezas y abrumados por el inmenso calor. Ellas, con un bolso de cuerina desconchado y un ramo de flores a punto de marchitarse, llegan a un pueblo tan triste como los demás, precisamente a la hora de la siesta, a las dos de la tarde, donde es normal en ese pueblo adormitarse bajos los abanicos eléctricos, pero ese día todo se ve interrumpido con la insistencia de la madre en querer hablar con el sacerdote, quien en muchas ocasiones es negado por hallarse durmiendo. Tanto insistió que fue atendida por el sacerdote. Él la interrogo: “¿Qué se le ofrece? La madre explicó que venía por la llave del cementerio para visitar la tumba de su hijo muerto. Ella informó al cura que se llamaba Carlos Centeno y era el ladrón desconocido que mataron la semana pasada.
“Todo había empezado el lunes de semana anterior, a las tres de la madrugada y pocas cuadras de allí. La señora Rebeca, una viuda solitaria que vivía en una casa solitaria llena de cachivaches, sintió a través del rumor de la llovizna que alguien trataba de forzar desde afuera la puerta de la calle. Se levantó, buscó a tientas en el ropero un revólver arcaico que nadie había disparado desde los tiempos del coronel Aureliano Buendía, y fue a la sala sin encender las luces. Orientándose no tanto por el ruido de la cerradura como por un terror desarrollado en ella por 28 años de soledad, localizó en la imaginación no solo el sitio donde estaba la puerta sino la altura exacta de la cerradura. Agarró el arma con las dos manos, cerró los ojos y apretó el gatillo. Era la primera vez que disparaba un revólver. Inmediatamente después de la detonación no sintió nada más que el murmullo de la llovizna en el techo de cinc. Después percibió un golpecito metálico en el andén de cemento y una voz muy baja, apacible, pero terriblemente fatigada: Ay mi madre. El hombre que amaneció muerto frente a la casa, con la nariz despedazada, vestía una franela a rayas de colores, un pantalón ordinario con una soga en lugar de cinturón, y estaba descalzo. Nadie lo conocía en el pueblo.
El sacerdote comento si nunca intento enderezar el camino del muchacho pero ella se mostro casi inmune con respuestas de complacencia que de reproche sobre los actos de su hijo. Su rostro curtido por la vida y con un carácter forjado por las circunstancias de la pobreza, la hacían ver una mujer segura de sus pasos. Ella venia a visitar a su difunto hijo y nadie podía impedírselo, con esa actitud salió de la casa del cura, no antes de percatarse que el pueblo se había despertado de la siesta, y halló una multitud formada de curiosos que la observaban desde las ventanas y desde los almendros otros grupos fisgoneaban como influyendo cierto temor. A ella no le importó y salió.


viernes, 18 de noviembre de 2011

ROSAS ARTIFICIALES


Autor Gabriel García Márquez
Cuenta como Mina no puede ir a misa porque tiene las mangas postizas mojadas y toda la ropa sin planchar. Sin embargo, la abuela descubre a pesar de su ceguera que los motivos son muy diferentes. La ida al baño varias veces sin motivo alguno, mostrarse nerviosa y enojada,  hizo  afianzar sus  sospechas cuando varias veces la sintió  escribiendo  en la oscuridad sus intimidades. A pesar de todo Mina sigue negando las insinuaciones de la abuela, pero ella con su clarividencia senil y  aferrada a  una realidad  patente en el comportamiento de la nieta hace ver que  esconde un secreto, y a  ella sólo le toca encararla: “--Si hubiera sido por las mangas no te hubieras tomado el trabajo de salir de la casa  --dijo la ciega-  En el camino te esperaba alguien que te ocasionó una  contrariedad. Mina paso las manos frente a los ojos de la abuela, como limpiando un cristal invisible. --Eres adivina –dijo.”
Ciertamente todo este mar de contrariedades tenía un origen: el final de unas relaciones clandestinas, a espaldas de su familia, quienes ignoraban que las ida a misa de Mina eran sólo pretextos para encontrarse a escondidas con su novio, quien precisamente ese día el primer viernes de cuaresma dio  por terminada sus relaciones.
Y ella en su terquedad de ocultarlo todo hasta el último instante y   a pesar de saber que el fondo del retrete estaba lleno de recuerdos y todas aquellas cartas de amor que escribió en las noches de insomnios febriles por tener mariposas en el estomago, sólo le dijo a la abuela: fui  a cagar. Ocultando así esa  sórdida actitud incomparable con  las hermosas rosas artificiales que ella misma fabricaba.

PERSONAJES
Principales: La abuela, Mina.
Secundarios: Trinidad, el padre Ángel, y  la mamá de Mina.
TIEMPO
Tiempo atmosférico: lluvioso o invierno, demostrado cuando los personajes hablan de que los días pasan sin la presencia del sol y la ropa no se seca fácilmente.
Tiempo cronológico: el primer viernes de cuaresma.
ESPACIO
 Por las características mencionadas en el cuento se puede determinar que el espacio en el cual se desarrolla  la acción es un pueblo,  en el cual los retretes  están ubicados en el patio.

UN SEÑOR CON ALAS ENORMES


Autor: Gabriel García Márquez
Cuenta como Pelayo descubrió un hombre viejo, con enormes alas de gallinazo, tirado en el traspatio de su casa después de una tempestad, en la cual hubo una mortandad de mariscos y cangrejos. La vecina, considerada  mujer sabia, afirmó  que aquel hombre misterioso era un ángel viejo caído del cielo  tumbado por la lluvia cuando buscaba al hijo enfermo  de Pelayo, y también  “pertenecía a una serie de ángeles fugitivos de una conspiración celestial”.
La noticia del ángel caído del cielo se difundió por todo el mundo. Entonces comenzaron a llegar personas de todas partes para conocer y recibir los dones curativos de aquel ser misterioso.  Fue tanto la romería que los cuartos de Pelayo se  atiborraron de dinero por la buena idea de Elisenda de cobrar cinco pesos por dejar ver  aquel extraño ser con poderes curativos, sin embargo a nadie le hizo milagro alguno o por lo menos a quienes se los hizo les salieron desvariados como “el del  ciego que no recobro la visión pero le salieron tres dientes nuevos, y del paralitico que no pudo andar pero estuvo a punto de ganarse la lotería” Con todos estos acontecimientos el ángel fue perdiendo credibilidad entre los transeúntes que en poco tiempo no quedo nadie por los alrededores del gallinero. “Los dueños de la casa no tuvieron nada que lamentar.  Con el dinero recaudado construyeron una mansión de dos plantas, con balcones y jardines, y con sardineles muy altos para que no se metieran los cangrejos en tiempo de invierno, y con barras de hierro en las ventanas para que no se metieran los ángeles”.
Se acostumbraron a convivir con el ángel, el cual lo hallaban en todas partes, metido en los rincones de su casa hasta que un día, después de cambiar sus plumas, Elisenda lo vio perderse en el firmamento para nunca más regresar.

PERSONAJES
Personajes principales:
El ángel, Pelayo, Elisenda.
PERSONAJES SECUNDARIOS
El padre Gonzaga, La vecina, El hijo de Pelayo y las diferentes personas que llegaron de los diferentes lugares.

ESPACIO
 El cuento se realiza en un pueblo ubicado a orillas del mar Caribe.

TIEMPO
Tiempo atmosférico: invierno.
Tiempo Cronológico: El cuento se realiza mientras acaece el invierno.

jueves, 10 de noviembre de 2011

MUERTE CONSTANTE MAS ALLA DEL AMOR


Autor: Gabriel García Márquez.
El cuento narra los últimos meses de vida de Onésimo Sánchez, senador de la república, quien llega a un pueblo llamado el Rosal del Virrey, a realizar una de las tantas campañas electorales, pero esta vez sería la última por estar condenado a morir en un plazo de tres meses. Ya no era el mismo, la sentencia fatal lo hacía sentir menos comprensible con sus seguidores y realizar actos pocos decorosos. Siendo así, decide aprovechar sus últimos tres meses a lado de una hermosa y joven mujer llamada Laura Farina, quien se brinda para darle amor con el solo compromiso de dar una identidad nueva a su padre Nelson Farina, el cual es prófugo de la justicia. El senador acepta, recibiendo la llave del cinturón de castidad. Se amaron, se pervirtieron hasta el repudio de la sociedad, pero él recibió tres meses y once días más de vida; más de lo estipulado por los médicos. Murió amado, refugiado entre sus brazos como dando entender que el amor o la felicidad nos hace más inmune a la muerte.
ESPACIO, TIEMPO Y PERSONAJES