Autor: Gabriel García Márquez.
Es una novela corta de escasas cien páginas, en las cuales se narra la vida de un coronel retirado y olvidado por el gobierno después de pelear en una de las tantas guerras civiles colombianas.
El Coronel y su esposa asmática sobreviven gracias de ir vendiendo poco a poco los enseres domésticos. Mientras esto sucede, el coronel tiene la esperanza de recibir, en un viernes cualquiera, la feliz noticia de su pensión; o el gallo, de las ilusiones y los pesares, gane la pelea en la próxima temporada. Pero en ese amargo transcurrir se le va el tiempo y las ilusiones al recibir durante quince años el informe de la oficina de correo: “el coronel no tiene quien le escriba”. Sin embargo, en su recóndito corazón sigue peleando con el destino para que no lo arrastre a lo más profundo de la miseria, y se aferra cómo última solución temporal a la venta del gallo, pero descubre que el animal tiene buenas condiciones para ser posible ganador en las próximas contiendas gallísticas y pospone su venta. Entonces, la mujer desesperada por el dinero, la comida y no contenta por la decisión de su marido preguntó: “y mientras tanto qué comemos”. “Mierda” respondió el coronel.
Puedo anotar, sin derecho a equivocarme, el gallo representa un significado oculto. En varias citas los personajes principales han manifestados que el animal se alimenta de carne humana, duermo junto con ellos, se preocupan más del gallo que de ellos mismos y lo han conservado por haber pertenecido a su hijo, el cual fue acribillado por difundir propaganda revolucionaria. El gallo es la encarnación de la esperanza y los vestigios de lucha que quedan abiertas para no darse por vencidos ante las injusticias.
En la obra, El Coronel no tiene quien le Escriba, hay muchos elementos que sin ser tema principal se esconden en un fondo misterioso, dándole el matiz social y político. El estado de sitio en el cual está el pueblo, la violencia, la crisis económica y la inseguridad reinante como consecuencia, son ingredientes patente del autor para darle a la obra significado trascendental. Aunque muchos críticos consideran lo contrario, dándole mayor valor a las descripción de los personajes y no ha su contenido. Es de anotar, el autor siempre ha tratado estos temas en otras obras como La hojarasca, La mala hora, Cien años de Soledad, entre otras.
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