domingo, 11 de octubre de 2009

EL AHOGADO MAS HERMOSO DEL MUNDO

Autor: Gabriel García Márquez.
El presente escrito tiene como objetivo primordial hacer un pequeño análisis del cuento “El ahogado más hermoso del mundo” del escritor Gabriel García Márquez. El análisis es un comentario de su contenido y significado el cual espero este al gusto de los lectores.
Es la historia de un ahogado, el cual era tan hermoso, que después de ahogado seguía haciendo sentir a las mujeres, de un pueblo cualquiera del Caribe colombiano, los deseos imaginarios de poder ser felices a lado de un hombre tan especial y lleno de cualidades viriles. Las mujeres de ese pueblo se enamoraron del ahogado e hicieron lo imposible por retardar el sepelio por el solo hecho de apreciar su hermosura viril, lo cual las transportaba a imaginar que sus hombres no alcanzarían hacerlas felices en cien años como el ahogado en una noche. Tanto fue su enamoramiento que lo lloraron como si el muerto fuera de ellas, le guardaron luto, se imaginaron sus desdichas y las del mismo ahogado porque un hombre tan bien dotado, con un enorme miembro, debía haber sufrido en carne propia su hermosura. A pesar de todo, después de luchar con numerosas artimañas para no dejar enterrar al muerto y de hacerse la idea de seguir soñando con la presencia majestuosa de las pasiones febriles hasta el libido sobrenatural de una extraña perturbación y las misma sospecha de sus maridos, fue lo que hizo tirar por el acantilado aquel hombre excepcional.
La conclusión que se puede sacar del análisis de este cuento, es la gran imaginación que tiene el autor al comparar un ahogado con el tamaño de una ballena y de ser el ahogado más hermoso, en donde por lo general es horroroso y desconcertante al ver esta clase de episodios. Se debe tener buena imaginación al pretender que un grupo de mujeres se enamoren de un muerto por tener virtudes excepcionales viriles; demostrando así la esplendorosa fantasía de nuestro nobel Gabriel García Márquez.

sábado, 19 de septiembre de 2009

JUAN SALVADOR GAVIOTA

COMENTARIO
El mundo ha contemplado a través de los tiempos como se ha ido inmortalizando el escritor Richard Bach por medio de la obra Juan Salvador Gaviota.
Es una obra sencilla, amena, de escasas cincuenta hojas para un buen lector, capaz de devorar sus líneas en unos cuantos minutos; es un libro breve para cualquier estudiante que busca una buena historia sin gastar mucho tiempo en leerla y sacar una singular enseñanza para la vida de todo ser humano. Las páginas están escritas con inmensurables significados, que van saliendo sin hacer un análisis profundo de cada párrafo.
El libro contempla un proyecto de vida en la clásica metáfora de una gaviota que quiere volar muy alto, que quiere alcanzar velocidades enormes poniendo en riesgo su vida, sin embargo no se detiene a pesar de recibir en cada momento fuertes criticas hasta ser expulsada de su bandada . A pesar de este mar de contrariedades sigue adelante en su soledad, con sus ideales a cuesta; de ser o no ser, de vivir la vida como manda la bandada o el común de la gente o de ser un individuo dotado de excepcionales virtudes, lo cual tiene que demostrar.
Juan Salvador Gaviota es un libro para todos, especialmente para los jóvenes, quienes están lleno de rebeldías hacia una forma de vida, contra la necesidad de ser siempre lo mismo, contra la monótona idea de ser igual que el padre, contra la idea de vivir sin horizontes, sin ninguna sueño para alcanzar. Es una rebeldía llena de derechos, de razones justificables a partir de cualquier punto de vista. Así debe ser nuestra vida, llena de motivos para vivir, no acomodada a la circunstancias de lo ser natural, que nos arrastra a vivir para comer como en la bandada o el común de la gente.
Juan Salvador Gaviota triunfa, alcanza sus sueños o sus metas de volar muy alto, de alcanzar velocidades extraordinarias, de llegar al cielo; pero después llegar al infinito, en completa libertad, no se queda dormido en laureles, haciendo añoranza de lo que fue, regresa convertida en una metáfora, porque no regresa, sigue más allá, porque su vida es un proceso de perfección, es un proceso lento, pero seguro y alcanzable. Vuelve porque no puede dejar olvidada su bandada, “su gente”, no puede dejarla sumergida en la oscuridad, vuelve porque no quiere ser mezquino. Entonces es cuando empieza a humanizar su labor, a enseñar a su bandada para que alcancen los sueños que él alcanzó… a descubrir la gaviota que cada uno de nosotros tiene por dentro.

jueves, 17 de septiembre de 2009

EL ORIGEN DEL CHANDÉ



El origen del Chandé se remonta a la formación de la cultura triétnica, donde el indígena, el español y el negro se fusionaron con sus costumbres para dar origen a un ritmo musical.
El Sociólogo Sinnig dice: Es baile sincrético desde el punto de vista cultural, porque la tambora, el macho o tambor es el recuerdo del palo ahuecado que tocaban en el pasado los aborígenes ribereños mil veces reseñados por los cronistas como instrumento musical, es el guache ese mismo pasado y ese nuevo tambor ya no de palo solo sino con cuero de animal, el que el negro trajo de la lejana África para asimilarse. Y son esas polleras anchas españolas las que moldean esos hermosos cuerpos mestizos o mulatos para configurar una danza o un canto ritual de vida cotidiana donde lo más simple se vuelve poesía para ser acompañada con tambores.
El Chandé tiene elementos de las tres razas: negra, indígena y blanca, las cuales se pueden palpar claramente en su conformación. Partiendo de la misma estructura de los instrumentos, el palo ahuecado sin parche ya era utilizado por los indígenas para darles ritmos a sus danzas y comunicarse entre ellos. Con la llegada de los negros se trae un elemento más: el parche de cuero formando el actual instrumento musical; el tambor o tambora. El vestido en el Chandé es totalmente español: las faldas anchas y largas y las flores que sirven de adorno en sus largas cabelleras. El baile es indígena, tiene similitud con la mayoría de danzas indias. Por ejemplo, la danza de los indios Chimilas que habitaron gran parte de la ribera del río Magdalena.


El Chandé en la actualidad es un baile o danza que comienza a presentar desde el mes de Noviembre hasta el año siguiente (en la celebración de los Reyes Magos). El grupo de chandé e individuos reunidos ocasionalmente recorren el pueblo de casa en casa para solicitar colaboración para continuar con su parranda. Esta colaboración es pedida por medio de versos compuestos para la ocasión.

TALAIGUA VIEJO

HISTORIA
La fundación de Talaigua Viejo otrora cuando los indios Caribes penetraron por el río Magdalena hacia la parte alta de su recorrido. En este proceso se acentuaron en una vasta llanura en donde levantaron sus bohíos e hicieron los pueblos que hoy llevan el nombre de algunos caciques.
El sociólogo Edgar Sinnig dice al respecto: lo cierto es que durante los siglos XVI – XVII las fundaciones no fueron mayores. Algunas serían: Tenerife, Malambo, Mompox, El Banco (primera fundación) y Tamalameque, aunque había pueblos indígenas definidos como Tacaloa y Talaigua entre otros.
En la vasta llanura, hoy depresión momposina, estuvo habitada por indios: Alojoros, Pitiguas, Chimilas, Pocabuyanes, Sarguares, Sicucos, Chiguaguas; entre los cuales había trueque de diversos productos.
Con la llegada de los españoles, más exactamente, cuando Rodrigo de Bastidas fundó a Santa Martha en 1525, se comienza a gestar un nuevo rumbo a los pobladores indígenas de Talaigua. Rodrigo de Bastida, en su afán de conquista comienza la penetración del río Magdalena, hacia la parte alta de su nacimiento. En este recorrido comienza la expulsión y conquista de los indígenas ribereños, se mezcla una raza con otra para dar como fruto nuevas poblaciones, nuevas formas de vidas; es decir una cultura biétnica. Más tarde aparece el negro, esclavo y elemento de riqueza de los españoles para formar una cultura triétnica. Desde ese preciso momento, Talaigua toma una nueva identidad, llena de costumbres disimiles pero mezclables.

lunes, 7 de septiembre de 2009

DICCIONARIO DE LA COSTA CARIBE COLOMBIANA


PRIMERA PARTE
El hombre ha evolucionado, y como tal ha ido incorporando palabras o frases a su vocabulario
de acuerdo a las necesidades léxicas del momento. Es normal hallar niños, jóvenes, adultos utilizando palabras o expresiones no aprobadas por La Real Academia de la Lengua. Sin embargo, con su aprobación o no, su uso se expande como arte de magia por todo el mundo.
A continuación, se inicia un nuevo diccionario, de la Costa Caribe colombiana:

CACHOS: Cuernos, símbolos de infidelidad.
CLIC EN LA CARPETA: Dícese del toque suave que hace el hombre al miembro de la mujer.
CACHOS SEGUROS: Dícese del parecido físico que tienen los niños al vecino.
CAIMAN: Lagarto, cuyo alimento son las mujeres casadas y ricas.
CASADA: Hembra asechada por caimanes y otros lagartos.
CHIQUITO: Orificio por medio el cual se pretende establecer relaciones sexuales.
CHIQUITERO: Acto sexual realizado por el chiquito.
FLOJO: Hombre que busca mujer rica.
INFEDELIDAD: Epidemia manifestada por una alta dosis de cuernos.
MAESTRO: Profesión que produce quiebra a los tenderos.
PENOSO: Varón cuyo miembro viril es exagerado.
SOLTERO (A): Varón o hembra desesperada por hacer realidad sus desvelos.
SANTO CACHÓN: Santo protector de los infieles.

domingo, 5 de julio de 2009

EL ESPACIO DEL DOCENTE

En estos tiempos cuando se habla de crisis en la educación, esparcida por muchos países y en donde aún no se halla cuáles son las causas fundamentales que generan esta problemática, es difícil ser piedra aislada a cualquiera estructura o inerte a una sociedad, la cual exige cada vez más una orientación perfecta.
El quehacer pedagógico debe ser, sin temor a equivocarme, una herramienta relevante en la construcción de una sociedad nueva o por lo menos vivible; por tal motivo se hace necesario o -mejor- urgente, la participación activa del docente en los diferentes espacios, en los cuales pueda actuar positivamente en pro de la educación.
El espacio principal del docente, como primera medida es el salón de clase. Ahí, con el mayor de los respetos, debe influenciar con el método perfecto para estimular el desarrollo integral en cada uno de los niños.
Es necesario recordar la particularidad o las individualidades del ser humano. No todos piensan iguales, no todos hacen lo mismo, no todos se quieren dejar educar. El niño, por lo general, su tendencia prioritaria es jugar. Interpretar su estado de ánimo e inducirlos al conocimiento o a su formación estructural como ser humano en potencia es un reto. Más cuando se desarrollan clases aburridas o salidas de todo contexto pedagógico. Las clases como elementos esenciales deben desarrollarse en espacios atractivos, limpios, donde el niño pueda interactuar cómoda y sanamente. La clase es dinámica, donde interactúan alumnos docentes en busca del conocimiento, de nuevas ideas, de la perfección del hombre. El niño debe sentir este accionar como propio; el maestro no debe hacerse sentir como el sabelotodo. La conversación se tornará aburrida cuando sólo hay un emisor actuando; pero si se conjuga receptor emisor la conversación se hace interesante y surgen muchos intercambios de ideas. Entonces, el niño sin darse cuenta ha construido sus conocimientos.
Como segunda medida, el docente debe estar en completa comunicación con los padres de familias o sus respectivos acudientes. Ellos son el eje por el cual se engrana la enseñanza aprendizaje del discente. Desconocer esta máxima, es desconocer la influencia de los padres hacia los hijos, la cual puede estar cerca al 80%. Es poco lo que se puede hacer por un niño cuando sus padres influyen negativamente o son un mal ejemplo (alcohólicos, drogadictos, prostitutas, irresponsables…) Sin embargo, cuando el docente descubre un caso semejante o cualquier otro, es menester prestar mayor atención al niño o ponerlo en mano de las autoridades competentes para aislarlo de la problemática circundante. Infinidades de problemas se descubren cuando el docente realiza visitas o actividades pedagógicas en el espacio del educando.
Por último, el espacio del docente en la sociedad. Es un tema demasiado amplio, con muchas concepciones, quizás albergue para escribir un libro; sin embargo, en este ensayo singulariza sólo el liderazgo que debe tener todo docente en su espacio. Aunque en las últimas décadas, se ha venido desmeritando su labor por cuestiones políticas y muchas ajenas a sus capacidades. Mas, no debe ser éste un motivo de preocupación, sólo el docente sabe si está realizando bien o no su trabajo. Hay infinidades de limitantes en el proceso enseñanza aprendizaje, los cuales pueden acarrear malos resultados. El docente debe circunscribir su acción a desempeñar bien su labor y por acto lógico adquiere un rol, el cual lo conlleva a ser líder en una sociedad; dando ejemplo de buenas costumbres: persona trabajadora, respetuosa y honrada. De él depende la credibilidad, el respeto y el cariño que la sociedad le manifieste en recompensa a tanto esfuerzo y sacrificio.

lunes, 25 de mayo de 2009

EL DOCENTE EN LA LITERATURA

Escribir cuentos y otras historias es un arte muy poco dominado por los docentes en general. Hay indicios en los claustros universitarios; sin embargo, la participacion es exigua ante la necesaria relevancia de la literatura en la pedagogìa. El actuar literario del docente es sòlo acadèmico; es decir, aprende para enseñar màs no para crear. No se conoce docente alguno, famoso por sus escritos, que haya incursionado en la literatura y sus frutos esten plasmados en las bibliotecas del mundo como un gran aporte al desarrollo intelectual del ser humano. Los hay en el campo cientìfico, donde de una u otra forma exponen sus teorìas, mètodos; mas no, por una vasta producciòn literaria.
No se pretende desmeritar a los educadores, mal se harìa cuando en verdad està en ellos el destino de la sociedad en la cual trabajan. Es una tarea ardua, quizàs sea el motivo de su àrida produccion literaria.Sin embargo, estàn dadas las condiciones. Sòlo basta tener en cuenta el medio y aprovechar las circunstancias inspiradoras o hacer salir la musa impregnada del quehacer pedegògico, de la cotidianidad, de la tradicion oral, de los fantasmas que deambulan por ciudades y pueblos perdidos, del misterio que se encierra en cada persona, del silencioso caer de una hoja seca, de una palabra extraña, del fin que nunca llega. Entonces es cuando se siente la inexorable necesidad de escribir.