COMENTARIO
El mundo ha contemplado a través de los tiempos como se ha ido inmortalizando el escritor Richard Bach por medio de la obra Juan Salvador Gaviota.
Es una obra sencilla, amena, de escasas cincuenta hojas para un buen lector, capaz de devorar sus líneas en unos cuantos minutos; es un libro breve para cualquier estudiante que busca una buena historia sin gastar mucho tiempo en leerla y sacar una singular enseñanza para la vida de todo ser humano. Las páginas están escritas con inmensurables significados, que van saliendo sin hacer un análisis profundo de cada párrafo.
El libro contempla un proyecto de vida en la clásica metáfora de una gaviota que quiere volar muy alto, que quiere alcanzar velocidades enormes poniendo en riesgo su vida, sin embargo no se detiene a pesar de recibir en cada momento fuertes criticas hasta ser expulsada de su bandada . A pesar de este mar de contrariedades sigue adelante en su soledad, con sus ideales a cuesta; de ser o no ser, de vivir la vida como manda la bandada o el común de la gente o de ser un individuo dotado de excepcionales virtudes, lo cual tiene que demostrar.
Juan Salvador Gaviota es un libro para todos, especialmente para los jóvenes, quienes están lleno de rebeldías hacia una forma de vida, contra la necesidad de ser siempre lo mismo, contra la monótona idea de ser igual que el padre, contra la idea de vivir sin horizontes, sin ninguna sueño para alcanzar. Es una rebeldía llena de derechos, de razones justificables a partir de cualquier punto de vista. Así debe ser nuestra vida, llena de motivos para vivir, no acomodada a la circunstancias de lo ser natural, que nos arrastra a vivir para comer como en la bandada o el común de la gente.
Juan Salvador Gaviota triunfa, alcanza sus sueños o sus metas de volar muy alto, de alcanzar velocidades extraordinarias, de llegar al cielo; pero después llegar al infinito, en completa libertad, no se queda dormido en laureles, haciendo añoranza de lo que fue, regresa convertida en una metáfora, porque no regresa, sigue más allá, porque su vida es un proceso de perfección, es un proceso lento, pero seguro y alcanzable. Vuelve porque no puede dejar olvidada su bandada, “su gente”, no puede dejarla sumergida en la oscuridad, vuelve porque no quiere ser mezquino. Entonces es cuando empieza a humanizar su labor, a enseñar a su bandada para que alcancen los sueños que él alcanzó… a descubrir la gaviota que cada uno de nosotros tiene por dentro.
Todo un clásico y junto con el Principito me veo en el colegio.
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