sábado, 10 de marzo de 2012

SEIS VECES LUCAS


Autor: Ligia Bojunga
LUCAS Y EL PERRO
 Segundo capítulo.
 Lucas tiene el deseo de tener un perro, y comienza hablar tanto del tema que el padre promete conseguirle uno, pero con la condición  o promesa de no hablar más del tema hasta el día de su cumpleaños. 
Lucas de ese mismo instante comenzó a fantasear de cómo sería su perro: un pastor alemán,  un pequeño perro alargado como salchicha o lleno de pelos y manchas. Soñaba en cada momento con su perro,  y no veía el momento de preguntarle a su padre por el perro, pero pensaba en la promesa, y no quería romperla. Llegó  el día del cumpleaños y al padre se olvidó  del regalo prometido. Lucas se enfureció y se encerró en el baño y no saldría de ahí sino le conseguían el perro. El padre, viendo la rebeldía de Lucas no pudo más que salir a comprarlo en esos   momentos. Lo buscó  por todas las tiendas de perros y todas las halló cerradas. No pudo conseguir el perro. De regresa a casa halló a un perro callejero, el cual lo tomó y trajo a Lucas. Lo bañaron, jugaron con él  y lo bautizaron, no sin antes probar con el nombre de la profesora de artística llamada Leonor, la cual recordaba profundamente  porque ella le parecía linda y fue muy cariñosa con él: le acariciaba la cabeza constantemente y él se sentía muy bien. Así que no lo pudo olvidarla y mucho menos cuando le dijo “mi pequeño timorato”. A Lucas  no le gustó lo de pequeño, pero la palabra timorato  se le quedó girando en la cabeza por tanto tiempo que aún la recordaba, y fue así como decidió llamarlo  Timorato.
Timorato recibió de Lucas las confesiones de sus penas. Lucas cambió su comportamiento, ahora se sentía seguro, no mostraba las mismas rebeldías. En cambio Timorato,  se acostumbro a la compañía  de Lucas, y no soportaba quedarse solo cuando él salía para la escuela. Se volvió nervioso e irritado que cada momento se orinaba y hacia desesperar a los padres de Lucas. Tanto así, que un día los padres fueron invitados a la casa de su director, quien tenía dos gatos, por tal motivo no podían llevar a Timorato, ya que era un perro mal educado y podría hacer daño a los gatos.  Ellos no se arriesgarían a quedar mal por culpa del perro.  Entonces, estaba decido que timorato no iría al paseo, pero el perro sospechó que lo querían dejar y aprovechó un trueno terrible  para meterse en el auto. El padre intento sacarlo del auto pero fue mordido, entonces dijo:
--Es te gozque  está causando demasiados problemas, Lucas, hay que hallar una solución. ¡Entra!.   Encendieron el motor y partieron.   En la carretera mientras llovía, el padre decidió dejar votado  a Timorato, Lucas se sintió mal por imaginarse que timorato podría morir de hambre pero el padre le dijo que ese un perro callejero no le pasaría nada, él sabría sobrevivir. Si hubiese sido un perro fino, él no se hubiese atrevido a dejarlo tirado de esa forma, porque siendo un perro de raza no  sobreviviría en la calle.    
Lucas tenía la esperanza de volver a ver a Timorato cuando llegara a casa, pero jamás lo volvió a ver.

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