viernes, 8 de abril de 2011

EL ABUELO


El Abuelo, es un cuento de Mario Vargas Llosa, el cual narra como un anciano prepara cuidadosamente asustar a su nieto por medio de una calavera hallada en una de sus giras por las afueras de la ciudad. Su nieto es un niño muy inquieto que recibe castigo de sus padres permanentemente, por tal motivo, don Eulogio decide hacerle una broma pesada. Para ello hace limpieza al juguete de su plan, la llena de aceite, compra una vela, la cual prenderá en el momento oportuno para hacerlo temblar de terror. Lo espía, lo busca en la oscuridad, buscando el momento adecuado, hasta que al fin logra su objetivo propuesto: la calavera prendida desde adentro, y el niño al ver la espantosa figura botando fuego por las cuencas profundas de sus ojos y boca, pega un descomunal grito de terror. Entonces, el abuelo se va, se siente feliz por no ser descubierto y haber realizado su plan.

“Justamente en ese instante escuchó el grito. Un grito salvaje, un alarido de animal atravesado por muchísimos venablos. El niño estaba ante él, las manos alargadas, los dedos crispados. Lívido, estremecido, tenía los ojos y la boca muy abiertos y estaba ahora mudo y rígido pero su garganta, independientemente, hacía unos extraños ruidos roncos. "Me ha visto, me ha visto", se decía don Eulogio, con pánico. Pero al mirarlo supo de inmediato que no lo había visto, que su nieto no podía ver otra cosa que aquella cabeza llameante. Sus ojos estaban inmovilizados con un terror profundo y eterno retratado en ellos. Todo había sido simultáneo: la llamarada, el aullido, la visión de esa figura de pantalón corto súbitamente poseída de terror. Pensaba entusiasmado que los hechos habían sido más perfectos incluso que su plan, cuando sintió voces y pasos que venían y entonces, ya sin cuidarse del ruido, dio media vuelta y a saltos, apartándose del sendero, destrozando con sus pisadas los macizos de crisantemos y rosales que entreveía a medida que lo alcanzaban los reflejos de la llama, cruzó el espacio que lo separaba de la puerta. La atravesó junto con el grito de la mujer, estruendoso también, pero menos sincero que el de su nieto.”

ANALISIS

El cuento, formado por unas 2.310 palabras, está escrito maravillosamente. Es una narración en tercera persona, no lineal; porque el cuento debería arrancar cuando el anciano halla la calavera, y no cuando espía al niño para hacerle la broma. El autor utiliza sus recursos para mantener la atención del lector, lo cual es bueno.

El espacio donde se realiza el cuento es una casa grande en Orrantia, con jardines majestuosos, entrelazados con pérgolas, parece ser de personas adineradas, ubicadas a las afueras de la ciudad.

Los personajes principales: el abuelo y su nieto. Los secundarios: los padres del niño y sirvientes que no entran en acción, pero son mencionados por el narrador.

13 comentarios:

  1. El cuento no me gustó mucho, lo encontré aburrido y chato. Por eso busqué aquí comentarios.

    Obviamente vuestro análisis más profundo me aportó mucho.

    Excelente análisis!

    Muchas gracias,

    Marcelo

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  2. Me encanta que escriban comenarios.Así estaré enterado si ayudo o no a la juventud a realizar sus actividades literarias impuesta por los docentes.

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  3. muchas pero muchas gracias me ayudaste a aser un proyecto muy difícil 😁

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  4. Muchas gracias, me acaban de ayudar con el análisis del libro, lo leí y me gustó mucho, no es PARA NADA aburrido, necesitaba revisar si se me escapaba algún detalle en mi análisis y corregí con el suyo algunos errores en el mío, gracias a ustedes tengo un 10!!

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